El Consejo de Ministros ha autorizado
hoy las actuaciones necesarias para impulsar la Línea
de Alta Velocidad Madrid-Galicia para su puesta en
servicio en el entorno de finales de 2015.
El proyecto, aprobado por el Consejo
de Ministros, se financiará en colaboración
con el capital privado y se dividirá en una
decena de contratos que en conjunto está presupuestado
en alrededor de 6.000 millones de euros. Su objetivo
último es garantizar que todo el AVE a Galicia
esté en servicio en 2015.
La conexión AVE a Galicia
constituye el proyecto 'estrella' del Plan Extraordinario
de Infraestructuras (PEI) que el Ministerio de Fomento
puso en marcha el pasado año para levantar
inversión privada con el fin de adelantar obras
de carreteras y ferrocarriles, y compensar de esta
manera el ajuste presupuestario de la inversión
en obra pública.
De esta forma se convertirá
en la tercera línea AVE que se construirá
con capital privado, tras el tramo transfronterizo
entre Figueras y Perpignan de la LAV Madrid - Barcelona
- Frontera francesa (ya en servicio) y los correspondientes
a la LAV Palencia - Santander, cuya licitación
se ha enviado a la UE, si bien Fomento extenderá
esta forma de financiación a otros AVE también
incluidos en el PEI.
Así, de momento, el Consejo
ha autorizado al Ministerio de Fomento la licitación,
a través de Adif, del contrato de colaboración
público-privada para la redacción de
los proyectos y la ejecución de las obras de
montaje de vía de la nueva conexión
de alta velocidad en el tramo comprendido entre Olmedo
(Valladolid), Zamora y Ourense, así como el
mantenimiento de toda la línea hasta Santiago
de Compostela.
Esta actuación está dividida en dos
lotes (Olmedo-Pedralba de la Pradería y Pedralba
de la Pradería-Santiago) que se extienden a
lo largo de un trazado de 417 Km de longitud. El contrato
contempla, asimismo, el mantenimiento de las infraestructuras
y la financiación de parte de las inversiones.
Una vez aprobada esta autorización, el Consejo
de Administración de Adif procederá
a licitar, por el procedimiento de colaboración
público-privada, la ejecución del montaje
de vía y su correspondiente mantenimiento,
objeto de la autorización del Consejo de Ministros,
así como la de las instalaciones de suministro
de energía eléctrica, telecomunicaciones
y control del tráfico ferroviario de la línea,
además de su conservación.
Financiación privada
Según lo establecido en el Plan de Fomento,
las empresas que se adjudiquen la obra se encargarán
también de gran parte de su financiación,
una inversión que posteriormente recuperarán
una vez la pongan en servicio, cobrando un canon anual
a la Administración durante la fase de mantenimiento
de la infraestructura.
Fomento prevé ejecutar también a través
de esta fórmula de colaboración entre
el capital público y privado la denominada
'superestructura' de este AVE, esto es, la instalación
de los sistemas de suministro de energía, telecomunicaciones,
y control y seguridad.
Tras recibir luz verde del Gobierno, Fomento encargará
ahora la licitación de los contratos a Adif,
ente público que tendrá una participación
del 10% en cada uno de los contratos de concesión
por los que se construirá la conexión
AVE.
Además, este organismo asumirá el
riesgo de expropiación de los terrenos para
la construcción del AVE y adelantará
a las adjudicatarias el 40% del importe total del
contrato. El resto lo pondrán las empresas.
Por otra parte, Adif recibió autorización
del Gobierno para licitar, por un contrato convencional
(con capital público) las obras de plataforma
que restan por ejecutarse en la Línea de Alta
Velocidad Madrid-Galicia en el trayecto comprendido
entre Lubián y Ourense.